Con un pregonero abordo y un peso de medida, una camioneta repleta de yuca, recorre de hace varios días las calles del municipio de Simití, Bolívar.
Se trata de un gesto humanitario en una época de crisis de la pandemia del coronavirus, donde muchas familias simiteñas carecen de comprar una libra de yuca.
El enfermero, Miguel Araujo Ortiz, donó para la comunidad en general cientos de arrobas de yucas que fueron repartidas barrio a barrio, casa a casa, en una camioneta repleto del tubérculo. Hoy en asocio con una empresa minera se está estudiando la posibilidad de repartir arroz para los próximos días, sin embargo, Araujo Ortiz, ha recibido en esta Semana Santa, bendiciones de sus hermanos, amigos y paisanos, por el hecho de tenderle la mano a los más necesitados.