Un grito que nadie quiere escuchar por el agua del río
Las comunidades del sur de Bolívar, están alarmadas porque la minería ha convertido las cuencas hídricas en el alcantarillado de las estribaciones de la cordillera Central.
Todos dan el grito de alerta porque la gran mayoría de riachuelos, quebradas y ríos, están siendo contaminadas con mercurio y cianuro y están matando lentamente a las poblaciones ubicadas en la ribera donde se surten del líquido las familias pescadoras y campesinas, incluyendo los acueductos.
La lectura es clara, cuando los peces de todas las especies mueren sin justa causa y con la indiferencia de las autoridades ambientales del sur de Bolivar es indiferente, el peligro es latente.
El 24 de septiembre día mundial del río, ciento de organizaciones internacionales le dejaron al mundo que estamos acabando con las pocas reservas de agua y las que quedan están contaminadas por el mal uso que les dan los mineros a los químicos; dejando derramar las albercas de cianuración a los ríos, hábitat de muchas especies de peces y nadie hace nada por el daño irreversible que se le hace al ecosistema.