El escritor sudafricano Laurens van der Post diría que: «Los únicos seres vivientes que parece que pertenezcan al Serengueti son los animales salvajes. Entre los animales y África existe una comprensión que los seres humanos no han llegado todavía a descifrar». Pero… descubrir el significado de un mensaje escrito en clave o en código desconocido, se refleja en Simití, en el departamento de Bolívar; donde su geografía es tan exorbitante como las especies de aves, peces, reptiles, insectos y animales; la Vereda El Balón, ubicada entre el río Morales y Simití, es un Serengueti… pero pequeño, mágico y bello, lleno de una soledad inabarcable que tulle al extranjero.
Es un bosque seco tropical, que alberga muchas especies, pero donde reina la culebra cascabel, alacranes negros, caimanes, ponche y sobre todo, el jaguar que aún se esconde de los depredadores humanos que le han invadido su espacio.
Cada vez que conozco de su biodiversidad, me enamoró más de Simití; una silueta geográfica que cuenta con todos los climas; llanuras, montañas, cordillera, ciénagas, caños, canales, ríos, selva, montes, rastrojos, mangles de agua dulce, pero sobre todo zonas desérticas y sabanas iguales a las del África; me podría atreverme a decir, que Dios creo el Edén en Simití, con un pedacito de muchas geografías del mundo, excepto de la nieve.