Aunque el cadáver del manatí encontrado este 30 de enero del 2024 en la ciénaga de Simití, muestra signos de violencia, sólo OMACHA, tendrá la última palabra para esclarecer los hechos, de una especie que está en vía de extinción y amenazada por el recalentamiento global, la alta sedimentación y la pesca indiscriminadas de pescadores furtivos, que se han apropiado del ecosistema; maltratándolo, destruyéndolo y extremando hasta la gota final de alevinos.

Según el informé, donde uno de esos pescadores artesanales, se le dio sepultura al cadáver, para evitar una proliferación de malos olores y contaminantes que coloqué en peligro otras especies.

Una gran parte de los residentes en el casco urbano de Simití; no han tomado conciencia del daño irreversible que se le hace a uno de los complejos cenagosos más importantes del mundo.

La ignorancia es una de las bases de la hecatombe natural que vive hoy la ciénaga de Simití; ya que la gran parte del agua que cubre el globo terráqueo es agua salada y el agua dulce, es la parte rica del planeta y Simití, la tiene en abundancia, es territorio de muchas aguas; es uno de esos lugares, ricos en cuencas hídricas, muchas quebradas han muerto por culpa de contaminación; pero una gran parte son destructores y la siguen contaminado, que hasta carro lavan.

1.  Pescadores furtivos: La sobrepesca está llevando a la destrucción de muchas especies de peces.

2.  Han convertido la ciénaga en una enorme caneca de basura, así tengan compactador, muchos pobladores continúan arrojando plástico, vidrio, icopor, eternit, desechos orgánicos y basura al espejo de agua.

3.  También se ha convertido en la poza séptica de los mineros criminales que arrojan mercurio a las cuencas hídrica y decanta en la ciénaga, convirtiendo el lugar en una familia expuesta a malformaciones congénitas.

4.  Una gran parte de los nativos, se han convertido en pirómanos. Las hojas secas de los matorrales de los palyones, la queman provocando incendios y una humareda que está afectando a los asmáticos y enfermos de respiración.

5.  Se ha convertido en el alcantarillado de Santa Rosa del sur y un ciento de poblados que no cuentan con Planta de Tratamiento de aguas residuales.

6.  Ya los plaguicidas que arrojaron en el pasado las avionetas, marcaron con el sello de la muerte a muchos sureños; igual los laboratorios de coca y campesinos que utilizan indiscriminadamente venenos; esas secuelas están en el ADN de los simiteños; ocasionando afecciones en el comportamiento biológico de los habitantes para el futuro.

Aun nadie hace nada, ni un estudio serio que salve la fauna y la flora silvestre, para poder revivir la vida de reptiles, insectos, animales, aves, peces, que dependen de la mano depredadora que tiene odio a la naturaleza que creo Dios para nosotros.

La falta de conciencia, de vivir en comunidad, y el poco conocimiento están llevando al borde del acabe, donde todos perderemos.