Jair Acevedo Cavadía, fue ungido con el óleo sagrado para denotar su dignidad como alcalde del municipio de San Pablo, Bolívar; este 2024 tiene una connotación como el burgomaestre de mayor carisma de los mandatarios del Magdalena Medio colombiano.

Ante el Notario Único de San Pablo, Henry Hernández Silva, el mandatario de los sampableros, Acevedo Cavadía, tomó juramento ante una comunidad que no se cansaba de cantar y aplaudir la hazaña de derrotar en el ejercicio político, toda una estructura politiquera que quería continuar con la corrupción. El continuismo mantenía tres maquinarias poderosas, dispuestas a lograr lo imposible, la alcaldía de San Pablo: Todas las secretarias a órdenes del candidato de la maquinaria política; El hospital Local y el Hospital regional de Segundo Nivel San Antonio de Padua de Simití, Bolívar; y NI así pudieron.

En su discurso, Jair invitó a la reconciliación y no perseguir a nadie; ya que él fue perseguido cuando estuvo en el concejo como oposición.

Su objetivo es apoyar, ayudar a las comunidades más humildes y entregarle el mandato al pueblo, que sea este el que disfrute de los bienes del Estado.

Pero si hay que resaltar un punto en las elecciones; y es que los votantes le “puyaron los ojos” a los compradores de votos y votaron por el humilde, el que tenía el sentir del pueblo, con una propuesta clara, a favor de las comunidades.