Gaviria pone en cuatro páginas y en aprieto, a Petro
Por Senen González Vélez.
Cuando un gobierno improvisa, se le califica como chambón. Eso está ocurriendo en el gobierno Petro. Cambiar lo que está bien conocido, por un posible mal desconocido, es una estupidez y quienes los secundan, son una parranda de soquetes, babosos, llevado de las narices, al fracaso.
En un juicioso estudio del ministro de educación, Dr. Alejandro Gaviria, con experiencias en los temas de la salud muy reconocidos, como que no aguantó más al ver los desaciertos y absurdos del gobierno, que lo obligó a cuestionar en cuatro páginas, las reformas a la salud, que pretende d modo descabellado, realizar el presidente, a través de la ministra del ramo Dra., Corcho.
El Dr. Gaviria al sacarle el corcho a la botella que se pensaba traía el mejor elixir para el bienestar físico, mental y conservar la vida de los colombianos, el jefe de la cartera de educación, le dio la sorpresa a Petro, y le convirtió la reforma, de miel a hiel. Esa es la razón para que citara el presidente a un Consejo extraordinario a sus ministros, para tratar de presionarlos y meterlos a todos en el embudo de sus pretensiones locas e improvisadas, llamando a la unidad. Sí, porque en este gobierno todos, excepcionado al Dr. Ocampo de hacienda, y ahora el de educación, tienen la brújula desajustada, y otras cosas más.
El sistema de salud de Colombia, está considerado entre los mejores del mundo, por su amplia cobertura de servicio y por la eficiencia de su prestación. Desde luego que, como nada es perfecto, hay cosas, que están sujetas a modificaciones que obliga el paso del tiempo y los requerimientos de la tecnología, y también las exigencias sociales, pero no por eso, de un solo plumazo, va el presidente Petro a variarle su esencia, para cambiar lo bueno, por lo malo. Todo esto que le está ocurriendo a Petro, es conveniente que suceda, para que escarmentemos y dejemos de ensayar sistemas que están comprobados como nefastos, y más con el ejemplo que tenemos con nuestros vecinos venezolanos, que, de rico, se volvieron miserables, y ahora se pretenda imitarlos. Eso solo se le ocurre a un loco, que tiene la dosis de las fantasías, muy elevadas.
Lo que se pretende, solo lo pueden ensayar gustosamente los corruptos, de ahí las bestiales posturas del liberalismo y el conservatismo, que no les importó el bienestar de la nación, ni la custodia de sus doctrinas, ni menos la defensa del estado de derecho, sino los resultados que se tasan, en puestos, contratos, y en recibir dinero, para hacerse más ricos de la noche a la mañana.
Esa reforma a la Salud, la intervención de Ecopetrol, la compra a un país vecino de GAS, algo que nosotros tenemos para vender, la defensa de la coca en los escenarios mundiales, la vacofobia, la liberación de criminales, la violación de la constitución, la humillación bien ganada de las fuerzas armadas y de policía, por falta de carácter, y ahora de escasa solvencia moral, por eso y por todo lo que hace mal, de la mano de sus seguidores que lo acompañan, logra Petro poner en órbita a Colombia como un país, de corruptos, mediocres, malandros y de políticos con alma de mercaderes.
La única solución es demostrándole el día de la parálisis nacional, que no puede pasarse por la faja al pueblo, ni menos convertirnos en miserables. Petro, se está tumbando el mismo. Ya tiene la cuerda al cuello, solo falta que se le apriete. Por ello va nuestra cordial invitación a que participen con sentimiento patriótico en la manifestación de febrero. Todos deseamos invitar de manera especial, a las policiales y el ejército, para que reflexionen. Que por lo menos, defiendan a sus familias y… si les queda algo del honor militar, entonces, no permitan que Petro y sus ministros en trance, destrocen la patria.