Cuando se encontraba recibiendo clases, en la escuela Santa Teresita del municipio de Simití, Bolívar, el niño David Santiago Herrera Guzmán, fue entregado al ICBF por el coordinador del centro educativo, Edia Toloza.

“Aunque mi pobreza no impide que lo cuide y lo ame, el Bienestar de Simití, NO me ha dado una respuesta clara; porque yo quiero a mi niño de 6 años” afirmó, Indalecio Guzmán Carvallido.

“Suplico que me lo devuelvan, aunque el niño no lleva mis apellidos, porque su madre se tomó su derecho y lo registró con sus apellidos, desconociendo mi derecho, sigo luchando por él, quiero estar a su lado; yo soy Indalecio Guzmán Carvallido, hombre de 73 años de edad que cumplí años este 1 de abril, pero tengo fuerza para vender plátano y yuca, además asisto mis cultivos en el sector del Cañito, base de mi sustento” puntualizó, Indalecio Guzmán.

Con lágrimas en los ojos señaló: “Iris Herrera Guzmán, su madre, la tuve que denunciar porque No le daba asistencia, ni un peso del subsidio, porque se lo gastaba en elemento personal y no le brindaba un apoyo a mi hijo. Ella se llevó un millón trecientos mil pesos del subsidio y desapareció al montarse en una chalupa en el cerro de Burgos.

“A pesar de tantas vicisitudes, solo quiero que mi pequeño este a mi lado” finalizo. EL ORIGINAL hablo con el coordinador de la Escuela Santa Teresita y señaló: “el ICBF le hacía un seguimiento estricto, además le había sacado arma blanca a funcionario; con una madre sustituta, tendrá una casa digna, comida y los elementos educativos”