Dos ejemplares hembras de manatíes, fueron asesinados por pescadores furtivos; el crimen ecológico deja sin dos especies menos, la ciénaga de Simití, devastada por los destructores de la naturaleza, por los pescadores furtivos.
La comunidad ambiental del sur de Bolívar, rechaza el crimen de una especie que esta envía de extinción y que los asesinos de manatí, los acribillan sin piedad, dejando un desequilibrio en el ecosistema, que está a la merced de los enemigos de los animales endémicos de la región.
Es lamentable darle a conocer esta lamentable noticia, al mundo; que en el municipio de Simití, Bolívar, hay desadaptados que brotan por sus poros zoofobia, que odian la naturaleza y que cada vez les importa menos, que este mundo se acabe.