Cumpliendo con el fallo en Segunda Instancia Proferido por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena, de la Acción de Tutela donde los accionantes son: La Juez de Familia, Bertha Herrera de Ávila; el Juez 1° Promiscuo de Simití, Jorge Pérez Romero y Escribiente del Juzgado Promiscuo del Circuito de Simití, Andrés Montero Ruiz. El periódico el Original del Magdalena Medio, rectifica el punto señalado por Giovanni Carlos Díaz Villarreal, Magistrado Sustanciador; Carlos Mauricio García Baraja, Magistrado y Marcos Román Guio Fonseca, Magistrado. En el punto de la información emitida el 5 de febrero de 2020.
Nota
1. “…pero el problema es que en la zona de orden público donde todos se conocen, nadie les cree, ni la misma guerrilla”.
Rectificación:
…pero el problema es que YO DAVID ANTONIO TORRES RUIZ, NO LES CREO.
Esto no parece una noticia, tal vez es una fábula de Esopo. Después que se conociera el Decreto municipal, autorizando cerrar una de las cuatro calles que tiene el municipio de Simití, Bolívar; llovieron las críticas por parte de la comunidad, porque las barricadas colocadas en la fiscalía y los juzgados dan un mensaje literal de guerra o de caos en el pueblo más pacífico del sur de Bolívar.
El Original, conoció que en un Concejo de Seguridad un funcionario, un juez y una jueza, expusieran amenazas sobre su vida, pero el problema es que en la zona de orden público donde todos se conocen, pero el problema es que YO DAVID ANTONIO TORRES RUIZ, NO LES CREO.
Se trata de la Juez Promiscua de Familia del Circuito, Berta María Herrera de Ávila la misma que fallo la tutela a favor de Omar Bohórquez, alcalde de San Pablo y el juez Promiscuo, Jorge Pérez, quienes hacen varios años residen en el municipio de Santa Rosa del sur, poblado más grande en habitantes, donde diariamente llegan más de 300 personas extrañas, para sentarse en el parque principal.
Ellos, los jueces amenazados que residen en el vecino municipio, justifican su estadía en la ciudad rosada, porque hay mejores docentes para sus hijos y el clima es superior al infierno de Simití que alcanza los 39 grados centígrados en su cenit.
Durante muchos años han recorrido la carretera que comunica los municipios de Santa Rosa del sur y Simití con una longitud de 15 kilómetros que dura 22 minutos y nada le ha ocurrido; se pregunta un ciudadano: ¿Los jueces y el funcionario quieren carro de la UNP para poderse trasladar de su casa al sitio de trabajo, incluido conductor y gasolina?
NOS preguntamos ¿Si en verdad estuvieran amenazados, porque se atreven a trasladarse diariamente en moto, en horario de rutina e incluso en las tardes cuando cae ocaso?
¿Porque No viven en Simití y se les da la seguridad necesaria; dos policías para que los cuiden día y noche?
Hablamos con el comandante del ejército y le explicamos las dudas y nos respondía que puede apoyar con la seguridad para garantizarle la movilidad en Simití, mientras pasa el presunto nivel de riesgo.
Las barricadas están colocadas al frente de los juzgados y al frente del Edificio del Cleber, pero dejaron escueta la calle del profesor Hernando Bohada Ortiz, la que le da la espalda al juzgado y a la fiscalía. ¿Colocándome como el juez social, esta es la calle más sola y delicada para los fiscales y los jueces; ¿da directo a la carretera pavimentada en tan solo dos minutos, donde un terrorista puede lanzarle una granada o peor entrar por la puerta de atrás de la fiscalía y llevárselos a todos?
Creo que a esa historia de los dos jueces que se declaran amenazados…le falta un pedazo; nosotros se la iremos contando poquito a poco… mientras la juez de Mayor jerarquía sigue recorriendo las calles en paz y armonía. Colorín colorado este cuento aún no se ha acabado.