Dos alcaldes quedaran marcados en la historia del sur de Bolívar, por ser los protagonistas de unir los pueblos del Magdalena Medio bolivarense, Neguib Antonio Eslait Barrio, mandatario de los moralros y Orlando Gómez Soler, primera autoridad de Simití.

Ellos dieron un paso gigantesco para el desarrollo de los municipios de Morales y Simití en el departamento de Bolívar; hoy se comenzó a ampliarse la vía de Piedracandela, que le dará una cara de desarrollo a la región; donde pueblos como Tiquisio, Norosí, Arenal del sur, Regidor, Rioviejo, podrán conectarse con sus hermanos de Cantagallo, San Pablo, Santa Rosa del sur y Canelos de una forma directa y le dirán adiós al trasporte fluvial que es tan costoso.

“La red vial de una región que la pedía a gritos, es hoy una realidad y fundamental para su desarrollo, crecimiento, porque es el único medio que posibilita el transporte de las personas y las cargas”, comentan los campesinos de la isla, que ven como el camino seguro al futuro.

En el sur de Bolívar, pareciera utópico que los nativos soñaran con una carretera que les cambiara la vida a 12 municipios del oriente de la serranía de San Lucas; se mostraba un problema serio en cuanto a infraestructuras en vías de comunicación y esto representa una seria desventaja competitiva. “Con un adecuado desarrollo en transporte, los costos de traslado y fletes de los productos son menores a los fluviales que aún son costosos; mientras que en la subregión del valle del Magdalena, sur de Bolívar, los caminos con desvíos permanentes o tramos deteriorados incrementan los costos de traslado”, señala la comunidad pesquera y campesinos:
“La red de carreteras permite satisfacer las necesidades básicas de educación, trabajo, alimentación y salud; estas necesidades son las principales actividades de unos pueblos, que han sido castigados por la inclemencia de los violentos que nos han obligados a vivir en la miseria. Por ello, para un subregión es estratégico para desarrollar su sistema vial porque es el único modo con el que logra satisfacer no solo la obligación de viajar, sino también las necesidades esenciales de intercambiar los productos con otras poblaciones.
“Si las vías de comunicación del sur de Bolívar, no son las adecuadas para que la población satisfaga sus necesidades básicas, es poco probable que los ciudadanos puedan encarar una situación de mejorar su economía y reducir los índices de pobreza”, afirmó el burgomaestre de Simití, Gómez Solera.

Hoy el futuro comenzó a abrirse y el sueño después de 486 años de historia se pudo cumplir, desde que en 1777 ese 20 de enero se independizó Morales, siendo corregimiento de la ciudad de San Antonio del Toro de Simití, su relación durante muchos años fue casi nula.