Por: Guillermo Carvajal. Columna de opinión

Mi anhelo desde niño siempre fue ver a mi pueblo, Cantagallo, Bolívar, comunicándose vía terrestre con otras localidades vecinas; en este caso con la ciudad de Barrancabermeja. Pero… que se hiciera realidad, era como una utopía; sin embargo, siempre me preguntaba, ¿por qué no era posible?, y hoy puedo comprender que era falta de gestión de todos esos mandatarios que tuvieron la oportunidad de dirigir los destinos del municipio.

Con la puesta en marcha de las vías de las Américas, se veía una luz al final del túnel, pero nada, aparecían las trabas, en esa ocasión los trazos iniciales que sustentaban la conexión entre Cantagallo y el municipio de Yondó en el departamento de Antioquía; fueron suspendidos por afectación a unos humedales, y como siempre las improvisaciones en los estudios previos, ganaban nuevamente terreno para quedar en el olvido.

Solamente son 25.5 kilómetros que nos separan en unir a todo el sur de Bolívar con el puente Guillermo Gaviria Correa, ubicado en los departamentos de Santander y Antioquía, pero no había poder humano en esas administraciones mediocres que hicieran algo por Cantagallo.

Tuvimos que elegir a Henio Ricardo Sarmiento Iglesias para que se pusiera la camiseta y empezara a gestionar esta obra de gran envergadura para toda una región necesitada, olvidada, golpeada y rezagada en el atraso. Por fin en los próximos días del presente mes se iniciará la socialización de esta vía soñada, de la cual tengo toda la fe intacta que nuestro desarrollo seguirá dándose, mirando hacia adelante, con la “verraquera” que caracteriza al Cantagallero de querer ver a su pueblo progresar, y por fin poder decir: ¡CANTAGALLO! un sueño hecho realidad.