Con un almuerzo con gallina “pata amarilla”, los habitantes del popular barrio de Las Flores, despidieron al párroco de Simití, Bolívar, Manuel Zabaleta Orozco, quien pernocto más de cinco años de servicio pastoral.

En el acto social, se encontraban las más fervientes católicas del sector; quienes reconocieron el trabajo y la transformación en las festividades que desarrolló el sacerdote en su estadía, atendiendo una agenda de programación que cumplió al pie de la letra.

El objetivo se logró para este misionero, que tendrá una estadía de varios años en una ciudad del país Ibérico y buscara enriquecer no solo su saber, sino intercambiara una experiencia que para él fue única en una cultura que tradicionalmente lleva más de 490 años de historia.