Tres asesinatos en serie, marcados por el código nueve, se han registrados en el municipio de San Pablo, Bolívar, cada día; el alcalde, Jair Acevedo Cavadia, pide, ruega que la ola de muertes se detenga.

Desde que comenzó el año se asesinaron a dos presuntos consumidores de sustancias alucinógenas Llamados Chirrete) y que son amigo de lo ajena, la muerte ronda cuando son marcados con el código nueve. Uno de los sicariados, mientras hacia la siesta fue asesinado, otro en la puerta del cementerio perdió la vida.

Luego que, al loco, en el sector del hachazo le propinaran cuatro proyectiles que no eclosionaron del cuerpo y lo destrozó por dentro, el video grabado da muestra del ardor interno tan intenso que sufrió en el momento que fue trasladado de urgencia y murió en camino; un fenómeno del estrago que hacen las balas cuando no salen del cuerpo; el loco, como le decían al presunto consumidor al igual que dos más dan una constancia del recrudecimiento de la violencia en San Pablo, Bolívar.

Noé, es un hombre humilde vendedor de limones en San Pablo, pero cuando vio el cadáver de su hijo, identificado como Ever Emilio Quintero Uribe de 36 años de edad, lo recogió del suelo para salvarlo, pero ya era tarde; ensangrentado se dirigió a las autoridades y le pido al todos, que Dios no es injusto y que ellos deben tomar las medidas para que no caigan más en inocentes en el abismo del conflicto.

Una fuente extraoficial, señaló a EL ORIGINAL, “En el sur de Bolívar, se requiere un centro de rehabilitación para muchos jóvenes que han caído en las drogas y están totalmente perdidos; se han convertido en un peligro para la sociedad, porque han invertido su horario biológico, andan despierto toda la noche y duermen en el día. La gran parte de ellos, consumen bazuco y roban para sostener el vicio que hace más ricos a los narcos”