Al igual que las grandes ciudades… Simití, tiene plazoleta de comidas.
Desde hace más de 60 años, época de la Tómbola de Simití, Bolívar, se caracterizaba por vender comida en las horas de la noche; a tal punto que al frente, de la actual alcaldía era el sitio donde mujeres humildes servían sus mejores platos de gallina criolla y mondongo de media noche; pero en el momento que deciden cambiar las instalaciones de la alcaldía, también cambiaron de lugar las vendedoras.
Hoy, al igual que las grandes ciudades del país o en los Centros Comerciales, existe una plazoleta de comidas; en el municipio de Simití, el burgomaestre Orlando Manuel Gómez Solera, la convirtió en una realidad; una excelente opción para los negocios de 12 familias, que tradicionalmente vendía alimentos.
Actualmente el consumo de comida fuera del hogar está tomando cada vez más impulso. Los simiteños beneficiados, brindaran una carta, sin precedente histórico en la gastronomía simiteña; donde los platos de antaño son realmente favorables. Conozca cómo estos espacios son una excelente alternativa para impulsar y mantener una empresa familiar, que adicionalmente está marcada por el epicentro del Parque de La Original, que se convertirá en el centro de los simiteños.
La plazoleta de comida de Simití, será el eje más importante de estos establecimientos y del encuentro de amigos y familiares.
El consumo de alimentos en la plazoleta de comidas, está ubicado en la calle de la Soledad, será el boom de estas fiestas decembrinas con el preámbulo del próximo año 2024 y generan el mejor tráfico de gente en el municipio de Simití, acostumbrado a consumir comida a media noche.
Para los expertos, las plazoletas de comidas son vitales en la estructura de los pueblos. Casi todas se convierten en un espacio de reunión o sirven simplemente como punto de encuentro y la plazoleta de comidas juega un papel clave, además de generar importantes beneficios económicos.
En otras palabras, la gente busca un lugar agradable donde se sientan a gusto y este será el punto de reuniones, donde la seguridad, la tranquilidad y, claro, la satisfacción de una necesidad básica como es, satisfacer a los parranderos y familias de los alimentos tradicionales de Simití.